Si eres muy curioso en la cama, esto es algo que deberías comenzar a probar. El BDSM son las siglas de Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Esto se refiere a determinados tipos de prácticas y fantasías eróticas que no todo el mundo se atreve a practicar con su pareja sexual.

Para empezar en este tipo de sexo lo mejor que podemos hacer es llevar a cabo algunas recomendaciones:

Debemos aceptarnos tal cual somos, con nuestros gustos. Se debe dejar a un lado los tabúes, ya que si vamos con miedo y pensamos que algo de lo que queremos hacer no es apropiado, lo único que conseguiremos es no estar satisfechos.

Para ello lo mejor es hacerlo con alguien conocido o que te sientas a gusto, de esta forma podrás quitarte todos los miedos, de esta forma conseguirás que en un futuro puedas practicarlo con quien te apetezca, aunque ni lo conozcas.

Disfruta de todo y no te fuerces, si sabes que algo no te va a gustar, o realmente no estás seguro, solo tienes que decirlo, ya que hay muchas formas para poder disfrutar y no llevarse ningún disgusto.

Cuando vayáis a comenzar podéis establecer una contraseña, o varias palabras clave, una si necesitas más o al contrario quieres que pare o vaya más lento, por lo que si es necesario, no cortarás el ritmo de la relación. Además, también podéis utilizar una escala del 1 al 10, en la que dependiendo del juguete que utilicemos nos puede hacer más o menos daño, y podemos clasificarlo en el 1 como poco placer o 10 si sentimos mucho dolor con ello. Esto se hace sobre todo para cuando lo practicamos en zonas carnosas como los muslos o el trasero.

Si quieres empezar con algo flojito y sin mucho dolor, puedes comprar pañuelos, esposas o correas. Son elementos que aumentan la sumisión y dominación pero nunca llegar a hacer daño o doler. Además, también se pueden utilizar determinados elementos que tengas por casa, simplemente sexualizándolos y buscándoles otra utilidad.

Si vais a utilizar juguetes u objetos para dar placer o simplemente para jugar, debéis tener cuidado en no utilizar cosas que os puedan hacer demasiado daño, como instrumentos cortantes o por ejemplo los spanking o azotadores.  También puedes probar con pinzas para los pezones. Para algunas chicas puede ser muy placentero, pero para otras puede causar dolor, dependiendo de la sensibilidad que tenga cada una.